01-Introducción.
Al contrario de lo que ocurre con otros tipos de edificación, la estancia en centros destinados al cuidado y la salud, como son los Centros Residenciales para Personas Mayores, está relacionada con sentimientos o connotaciones que no siempre son positivas.
Cómo acceder al Centro Residencial, desplazarse por él buscando un destino, el uso los espacios comunes y salas de actividades específicas, las habitaciones, incluso el uso de baños y aseos suele resultar particularmente desafiante, ya que, con el envejecimiento, se inician diversos cambios biológicos que comportan deterioros físicos y de habilidades motoras, capacidades cognitivas y de percepción. En concreto, las personas que residen en un Centro Residencial para Personas Mayores suelen tener además ciertos agravantes psicológicos: la inseguridad de sentirse poco útil, la tristeza ocasionada por la pérdida de familiares, amigos y de los lugares que les son familiares y, en el caso que nos ocupa, la frustración por la pérdida del control de los espacios que habita.
En próximos escritos intentaremos reflexionar, desde la arquitectura, sobre los temas que competen al diseño de los Centros Residenciales para Personas Mayores. Sin olvidar que, además de cumplir una labor social importantísima, el bienestar del usuario es su razón de ser.
Muchos estudios han mostrado interés de forma específica por la población mayor y han utilizado un marco teórico consistente para su trabajo; aunque muy pocos han abordado de manera global el conjunto de procesos a tener en cuenta en el diseño de un Centro Residencial para Personas Mayores, lo cual influye en la capacidad de los profesionales para llevar a cabo intervenciones eficaces. La información sobre el conocimiento y la mejora en la comprensión de los espacios en personas mayores es todavía reducida.